La Comisión para la Protección de Riesgos Sanitarios del Estado de Campeche (Copriscam), no tiene injerencia alguna en la protección de la salud de los campechanos constatando que la venta al público de pollo vivo o procesado esté en perfectas condiciones para su consumo; su responsabilidad está en capacitar a quien los oferta y que el espacio en que se haga, esté en perfectas condiciones sanitarias.
Se desprende lo anterior de información proporcionada por la Secretaría Estatal de Salud, a la que pertenece la Copriscam, la inspección sanitaria que realiza en expendios de pollo en mercados públicos y demás lugares, se centra en capacitar a los expendedores, que conozcan las normas sanitarias, que el lugar esté bien pintado, tenga agua, se combata la fauna nociva, funcionen los cuartos fríos, sanitarios, mantener limpios los drenajes, los pasillos, fumigar, sin olvidar la capacitación.
Sin embargo, no señala nada sobre la vigilancia y verificación de que los alimentos que se ofrecen para consumo de la población, como es el pollo vivo o procesado que se venden, como los que se ofrecen a la población en los “mercaditos”.
En tarjeta informativa, el titular de la Copriscam señala que como resultado de la “vigilancia”, se hicieron 169 visitas, de verificación, quince amonestaciones con apercibimiento, colocaron 250 carteles de técnica de lavado de manos, entre otros.