Corea del Norte se volcó hoy en la celebración del aniversario del nacimiento de su fundador Kim Il-sung, la mayor festividad del país, en medio de una larga etapa de tensión marcada por las sanciones y la escalda armamentística.
El régimen y los norcoreanos celebraron de manera alegre e intensa el “Día del Sol” y rindieron homenaje al padre de la patria y fundador de la dinastía Kim en su 104 aniversario con actos masivos, ofrendas multitudinarias y celebraciones lúdicas por todo el país.
Lejos de las amenazas bélicas de las pasadas semanas, el país centró toda la atención y las energías en rendir culto de manera festiva a la figura del incuestionable fundador que nació el 15 de abril de 1912.
El primero de todos fue el actual líder Kim Jong-un que acudió como cada año de madrugada al Palacio del Sol de Kumsusan de Pyongyang, donde se encuentra el cuerpo embalsamado del fundador de la dinastía Kim.
Kim Jong-un, que estuvo acompañado por altas autoridades militares, depositó ofrendas florales a los pies de las estatuas de su abuelo y su padre, el fallecido dictador Kim Jong-il, según informaron ampliamente los medios norcoreanos.