El portavoz papal Federico Lombardi confirmó que la justicia civil del Estado Vaticano está conduciendo una investigación por supuesto lavado de dinero en su tesorería. El sacerdote jesuita estableció que el caso es seguido desde febrero pasado por la Oficina del Promotor de Justicia, nombre técnico de la fiscalía vaticana, e incluye operaciones de compra-venta de títulos y transacciones vinculadas al empresario italiano Gianpietro Nattino.
La Oficina investigadora solicitó la colaboración de las autoridades judiciales de Italia y Suiza mediante cartas rogatorias internacionales enviadas por vías diplomáticas el 7 de agosto de 2015.
La investigación es producto del trabajo ordinario de la Autoridad de Información Financiera (AIF), un organismo creado ya desde el pontificado de Benedicto XVI y que es responsable de monitorear todas las operaciones financieras de las instituciones vaticanas.
Cada vez que ese ente detecta una anomalía, sospechosa de lavado, envía una indicación a la fiscalía que debe seguir las pesquisas. Pero en este caso las transacciones investigadas incluyen a la propia tesorería papal.