Transporte aéreo y terrestre, escuelas, hospitales y otros servicios fueron afectados en casi toda la región noreste de Estados Unidos por la tormenta invernal que provocó acumulaciones de unos 70 centímetros de nieve en algunas áreas.
Charlie Baker, gobernador de Massachusetts, solicitó a la legislatura local un extra de 50 millones de dólares para financiar la recogida de nieve acumulada, en momentos en que el estado enfrenta un déficit presupuestario de 768 millones de dólares.
Baker otorgó otro día libre al personal que no realiza tareas imprescindibles en las áreas más afectadas de ese territorio, mientras en la ciudad de Boston las escuelas continuarán cerradas ya que los pronósticos señalan que la situación puede empeorar.
Los servicios ferroviarios en los alrededores de Boston y solo funciona un número limitado de ómnibus, mientras centenares de vuelos del aeropuerto Logan fueron cancelados o pospuestos, y en los hospitales se habilitaron áreas para que los empleados pernocten, ante la imposibilidad de regresar a sus hogares.
En Nueva Hampshire las autoridades locales informaron que, debido a la persistencia de condiciones meteorológicas severas en las últimas semanas, ya consumieron 70 por ciento del presupuesto asignado para actividades de limpieza de vías y otros aseguramientos.
Algo similar ocurre en Rhode Island, cuyo gobierno ha gastado 14 millones de dólares, así como las reservas de sal que se usan para retirar la acumulación de nieve que persiste en sus principales vías de acceso en todo el estado.
El servicio meteorológico AccuWeather informó que proyecta una nueva nevada en Nueva York y Nueva Inglaterra durante los próximos días, que será empujada por una racha de vientos helados provenientes de la región del Medio Oeste. La tormenta no arrojará una gran cantidad de nieve, de acuerdo con este servicio meteorológico.