Una veintena de parejas homosexuales tomadas de la mano, algunas llorando de emoción, recibieron el sábado la bendición de religiosos estadounidenses y canadienses, una ceremonia inusual en la isla donde el matrimonio gay no está legalizado y persiste una fuerte sensación de homofobia en la sociedad a la que esta comunidad trata de sensibilizar.
Entre los primeros que dieron un paso al frente ante los religiosos estuvieron Luis Enrique Mederos y su compañero de los últimos 14 años, Alain Morales.
Bajo una enredadera y un toldo que apenas los tapaba del inclemente sol tropical, de pie frente a una mesa en la cual se sentaban varios prelados, incluido el afamado reverendo estadounidense Troy Perry, Mederos y Morales escucharon las palabras que les decían los religiosos.
Además de Perry, de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana de Los Ángeles, quien suele abogar por el matrimonio igualitario, estuvieron presentes el reverendo Roger LaRade de Canadá y su colega cubano Raúl Suárez.
Ninguno de los religiosos pertenece a la Iglesia católica, que rechaza radicalmente las uniones homosexuales. Precisamente el domingo el presidente cubano Raúl Castro visitará la Santa Sede.
La ceremonia “que no fue una misa ni una boda, sino que sólo consistió en las bendiciones y palabras de estímulo que les ofrecieron los reverendos” formó parte de las jornadas que organizó el estatal Centro de Educación Sexual, dirigido por Mariela Castro, sexóloga, diputada e hija del presidente.
Estas actividades se desarrollarán hasta el 17 de mayo, fecha en que se conmemora el Día Mundial contra la Homofobia, en recuerdo del momento en 1974 en que la Asociación Americana de Psiquiatría dejó de clasificar a la homosexualidad como una enfermedad.