Un fiscal chileno acusó el lunes a dos cuidadoras por torturar hasta la muerte a una niña que se encontraba en un centro del servicio estatal de protección de menores vulnerables, decenas de los cuales también habrían sido explotados sexualmente.
La causa de la muerte de Lissette (Villa) dice relación con el ejercicio de violencia física en su contra… es la figura penal que hace poco fue modificada para configurar el delito de torturas”, dijo el fiscal Marcos Emilfork.
El deceso en abril de la niña de 11 años, se convirtió en un caso emblemático y puso sobre el tapete los de otros 865 niños y adolescentes muertos en una década, en centros directos e indirectos del Servicio Nacional de Menores.
Emilfork acusó de la muerte a Conne Fritz y Thiare Oyarce, a la directora del centro donde permanecía la niña y a otras dos personas.
Según un informe de la policía de investigaciones las cuidadoras pusieron a la niña boca abajo y se arrodillaron sobre su espalda. El Servicio Médico Legal precisó que Villa murió “por asfixia por sofocación producto de la comprensión mecánica externa”.
Además de las muertes, se investigan datos sobre la presunta existencia de varias redes de explotación sexual de niños a cargo del Servicio, para lo cual fue designado el fiscal José Luis Pérez.