En la menopausia se presentan trastornos del sueño que afectan la calidad de vida de las mujeres, los cuales pueden propiciar cambios en el estado de ánimo y provocar depresión. Por ello, el grupo de Juan Manuel Malacara Hernández, investigador en el Departamento de Ciencias Médicas del campus León de la Universidad de Guanajuato, trabaja en varios aspectos de la endocrinología, principalmente en esa etapa, y metabolismo incluyendo obesidad y diabetes.
Para el caso específico de la menopausia –que se refiere a la desaparición de la ovulación y de la menstruación en la mujer entre los 40 y los 50 años–, el especialista informó que se cuenta con el programa sobre reproducción, con el que se estudia en detalle este proceso.
Los síntomas que frecuentemente ocurren en esa etapa y su intensidad se asocian a factores biológicos y socioeconómicos y pueden diferir entre las culturas. En poblaciones específicas se han identificado algunos que influyen en la frecuencia e intensidad, entre ellos la edad, el tiempo desde que cesó la menstruación, el estrés y las condiciones sicosociales, sostuvo el integrante de la Academia Mexicana de Ciencias.
Según el artículo Relationship of Sleep Alterations with Perimenopausal and Postmenopausal Symptoms, publicado en 2014 en The Journal of The North American Menopause Society, en el cual participó Malacara Hernández, el estudio del tiempo despierto en la cama es una medida subjetiva útil sobre la calidad de sueño, teniendo en cuenta su fuerte asociación con síntomas de menopausia, pero también con otros factores asociados con alteraciones del estado de ánimo, como depresión, edad y hábito de fumar.
La principal aportación de esa investigación fue la manera de medir el impacto de los trastornos del sueño en la menopausia a partir del tiempo que las pacientes permanecen en cama sin conciliar el sueño, contrario a las mediciones tradicionales que sólo contemplan el tiempo que permanecen dormidas, o la eficiencia del sueño (tiempo de dormir entre el tiempo total en cama).
El tiempo despierto en cama fue el que mejor se asoció con síntomas como la depresión, los bochornos y la ansiedad, por eso estamos proponiendo que sea ésta una calificación para tener un método para evaluar la calidad del sueño, destacó el investigador.