El bebé Chahat Kumat, tiene 8 meses de vida y pesa 17 kilos, sus padres dicen que nunca se sacia.
Kumat nació sin problemas de sobrepeso pero al cumplir cuatro meses comenzó a engordar; además sus padres temen por su salud, pero no le reducen su alimentación.
Los médicos no saben a qué se debe el aumento tan excesivo de peso; y aún no se le realizan pruebas para saber lo que lo ocasiona debido a su piel sensible.
Mediante una entrevista, su mamá Reena Kumar dijo que “no come como una niña normal”.
“Come como una niña de diez años. Es Dios quien le dio esta condición, no es nuestra culpa”, indicaron integrantes de la familia.
El médico que ve a la pequeña recomendó a los padres acudir con un especialista; pero debido a sus problemas económicos no lo han podido hacer.
El excesivo peso ha hecho que Chahat, con tan sólo ocho meses, experimente problemas al respirar y al dormir. Los médicos de la localidad en la que reside han aconsejado a sus familiares que la lleven a un centro especializado para poder someterla al tratamiento adecuado; y así, poner fin a su sobrepeso, pero carecen de los fondos económicos necesarios para viajar.
“Queremos que Chahat pueda jugar como niños normales. No queremos que el día de mañana tenga problemas. Sólo queremos un buen futuro para ella”, confiesa la familia.