“A partir de la pandemia me cerró el puesto ¡y no he hecho nada!, me dejó sin nada y tengo un montón de deudas que pagar”, señaló Norma Cristina Chávez Briceño, quien desde hace 30 años trabaja en un local del mercado principal “Pedro Sainz de Baranda”, pero hoy no puede regresar por disposiciones del director de Mercados, Eleazar Herrera Vázquez.
Sentada en su silla de ruedas, Norma Cristina explica que el local estaba a nombre de su padre, quien al fallecer le otorga la cesión de derechos hace 20 años.
Señala tiene 53 años de edad y hace 15 perdió la vista, lo que no le impidió seguir trabajando junto con su hermano; sin embargo, a partir de la pandemia por COVID-19, Herrera Vázquez, siendo subdirector de Mercados del Ayuntamiento de Campeche, le cierra el puesto y, hoy, afirma le niega su derecho.
Con voz quebrada por las lágrimas, tras enfrentarse verbalmente con el funcionario estatal, lamenta no haber recibido ninguna consideración pues dependo de los ingresos que obtengo.
-¡Dependo de mi puesto, de mi trabajo; no tengo más ingreso! Yo lo amarro y mi hermanito lo cobra, con eso nos ayudamos, él depende de mí porque tiene esquizofrenia, hay que comprarle medicinas, inyecciones, mandarlo al doctor.
-¡Yo igual, prefiero mandarlo a él y no comprar el mío!, pero es lo que no entiende él (Herrera Vázquez), no sabe cómo comemos, como pasamos un año de miseria!