Derek Jeter, el icónico shortstop y capitán de los Yanquis de Nueva York, anunció que se retirará cuando termine la temporada de 2014 de Grandes Ligas, para poner punto final a una de las carreras más gloriosas en la historia del equipo más laureado del béisbol.
El torpedero de 39 años publicó este miércoles una carta en su página de Facebook, en la que informó que este será su último año en las mayores.
El capitán de los Yanquis, elegido en 13 ocasiones al Juego de Estrellas y campeón de cinco Series Mundiales, disputó apenas 17 partidos la campaña pasada por una fractura en el tobillo izquierdo que sufrió en los playoffs de 2012.
“Me lo dice el corazón. La temporada de 2014 será mi último año como pelotero profesional”, escribió Jeter en su misiva.
Jeter es el último eslabón del plantel actual con los equipos de los Yanquis que ganaron tres coronas consecutivas de la Serie Mundial entre 1998-2000. Sus compañeros Mariano Rivera y Andy Pettittese retiraron después de la temporada pasada, y anteriormente lo hizo el receptor boricua Jorge Posada.
“El año pasado fue duro. Sufrí un montón de lesiones, y me di cuenta que algunas de las cosas que antes hacía fácilmente y siempre eran divertidas, empezaron a costarme más”, apuntó Jeter. “Siempre me dije que cuando el béisbol empezara a sentirse como un trabajo, entonces era el momento de hacer otra cosa”.
“Así que realmente hace unos cuantos meses me di cuenta que esta sería mi última temporada. Al llegar a esta conclusión y compartirla con mis amigos y familiares, todos me recomendaron que no dijera nada hasta que estuviese completamente seguro”, agregó. “Y, la verdad, es que no puedo estar más seguro”.
Su agente Casey Close dijo que Jeter quería anunciar su decisión antes que los Yanquis comiencen la pretemporada esta semana para que su situación no sea una distracción.
Jeter es el líder histórico de los Yanquis en jits, con 3 mil 316. En 19 campañas en las mayores, tiene promedio de .312, con 256 jonrones y 1.261 remolcadas. También anotó 1.876 carreras, se robó 348 bases y ganó cinco Guantes de Oro.
La campaña pasada bateó apenas .190, con un cuadrangular y siete impulsadas.
Jeter ha dicho que está listo para los campos de entrenamiento.
El Capitán entrenó el miércoles en la sede de pretemporada de los Yanquis en Tampa, Florida, y se fue alrededor del mediodía, sin indicios de que anunciaría sus planes de retiro.
A continuación, reproducimos la extensa misiva publicada en su cuenta de Facebook.
Quiero comenzar dando las gracias.
Sé que siempre se dice que de los sueños algún día se tiene que despertar, pero, por alguna razón, para mí nunca fue necesario despertarme. No lo digo sólo por mi carrera con los Yankees de Nueva York, sino también porque vivo mi sueño hecho realidad todos los días.
El año pasado fue muy difícil para mí. Mientras sufrí de muchísimas lesiones, me di cuenta que algunas de las cosas que siempre se me habían hecho muy fáciles de hacer y que siempre fueron divertidas comenzaron a convertirse en una lucha para mí. Lo que siempre me dije a mí mismo es que cuando el béisbol se comenzara a sentir como un trabajo, ese sería el momento para seguir adelante.
La realidad es que hace unos meses me di cuenta que esta temporada sería la última para mí. Cuando llegué a esa conclusión, la compartí con mis amigos y familiares y todos me dijeron que lo mantuviera en secreto hasta que estuviese 100 por ciento seguro.
Y la realidad es que no puedo estar más seguro. Lo siento en mi corazón. La temporada 2014 será mi última jugando al béisbol profesional.
He vivido muchos momentos extraordinarios en mi carrera: ganar la Serie Mundial como campocorto novato, ser nombrado capitán de los Yankees, despedirme del antiguo Yankee Stadium e inaugurar el nuevo. Y a través de todo, nunca dejé de buscar qué sería lo próximo. Ahora quiero finalmente concluir la búsqueda y disfrutar del mundo.
Los últimos 20 años he estado completamente enfocado en dos metas: jugar a mi máximo nivel y ayudar a los Yankees a ganar. Eso significa que por los 365 días del año, todas mis acciones y pensamientos estaban completamente enfocados en ese objetivo. Ahora llegó el momento de hacer algo nuevo.
Desde que era niño, mi sueño siempre fue muy vívido y nunca cambió: iba a ser el campocorto de los Yankees de Nueva York. Todo comenzó con un lienzo en blanco hace 20 años, y ahora al mirarlo, está casi completado. Ni en un millón de años me hubiese imaginado lo hermoso que llegaría a ser algún día.
Muchas personas me ayudaron y estuvieron a mi lado en este camino: quiero en particular dar las gracias al “Boss”, a toda la familia Steinbrenner y a toda la organización de los Yankees, mis dirigentes, entrenadores, compañeros de equipo, amigos, y, por supuesto, sobre todo, a mi familia. Me dieron lecciones de vida que son la razón número uno por la cual mi carrera duró tanto. No estuvieron en el campo, pero sé que estuvieron jugando ahí cada partido conmigo y también llegó el momento para el final de su carrera.
Tampoco pude haber logrado nada sin el apoyo de la gente de Nueva York. Los fans neoyorquinos siempre me inspiraron a dar lo mejor de mí. Me aceptaron, me amaron, me respetaron y SIEMPRE han estado ahí para mí. Este entorno puede ser muchas veces difícil, invasivo, crítico y de altas expectativas. La gente de esta ciudad tiene muy altas expectativas y ansían que sean cumplidas.
Pero esas mismas personas son las que me han desafiado, aplaudido, derribado y levantado al mismo tiempo. Nueva York me hizo más fuerte, más enfocado y me hizo en general una mejor persona. Es por ello que siempre me sentiré agradecido y nunca me hubiera imaginado jugar en ningún otro lugar.
Lo recordaré todo, los vítores, los abucheos, cada victoria, cada derrota, todos los viajes en avión, los viajes en autobús, caminar por los túneles de cada parque y cada día que manejé rumbo al Bronx. He alcanzado casi todas las metas profesionales y personales que me había trazado. He disfrutado al máximo mi vida jugando al béisbol y no tengo un solo arrepentimiento.
Llegó el momento para iniciar el próximo capítulo. Tengo sueños y aspiraciones y quiero nuevos desafíos. Hay muchas cosas que me gustaría hacer en los negocios y en mi labor filantrópica, además de enfocarme en mi vida personal y comenzar mi propia familia. Y quiero tener la oportunidad de hacer las cosas a mi propio ritmo y al fin tomarme unas vacaciones de verano.
Pero antes que nada, quiero disfrutar cada momento de este año, para poder recordarlo el resto de mi vida. Y lo más importante, quiero ayudar a los Yankees a lograr el objetivo de ganar otro campeonato mundial.
Nuevamente, gracias,
Derek Jeter.