A tan sólo diez días de que se lleve a cabo la elección de gobernador, presidentes municipales y diputados locales, así como presidentes de Juntas Municipales, el Partido Acción Nacional (PAN) en el estado de Campeche sigue utilizando medidas desesperadas en un vano intento por convencer a la población de que es la mejor opción.
A la salida de cientos de militantes, su dirigencia estatal y sus candidatos se niegan a aceptarlo y aseguran son “escandalitos” que no hacen mella alguna en el ánimo de nadie, y tratan de compensar las salidas, con “entradas” que son “chiquitas”, de apenas una o dos personas. La negativa a reconocer hay desbandadas es reiterada.
El argumento de que le pegan al PAN porque va ganando en las preferencias electorales ya no se escucha más y ahora la estrategia parece ser traer a figuras panistas de renombre que sólo muestra la desesperación existente.
En un principio, las renuncias fueron reducidas en número pero no menos importantes. Primero la salida del ex alcalde Carlos Rosado Ruelas o expulsión como lo manejó el Comité estatal panista, le siguieron Beatriz Selem, Rafael Lezama, Heberto Brown, Ángel Yafett Calderón, Fatima Calderón, Roger Castillo Valencia, algunos dirigentes, además de Erick Chong González y esposa, Marcos Tamay, y con ellos, cientos de panistas, desencantados.
Pero no sólo se trata de los que públicamente renuncian a su militancia albiazul; también hay aquellos que luego de ser cuadros importantes, que hicieran un gran papel como servidores públicos, simplemente desaparecieron del mapa o bien decidieron, también, pero sin publicitarlo, salir de las filas panistas como Elizabeth Vela, Nelia Curmina Pérez, quienes no han vuelto a figurar públicamente.
A esto se suma la desbandada de panistas que por propia decisión, se afiliaron al partido tricolor, sin importarles el tiempo que debían esperar para afiliarse al Revolucionario Institucional, cientos de ciudadanos del interior del Estado, sobre todo de Escárcega, pacientemente esperaron en la sede estatal de ese instituto político.
Este hecho contundente no pudo ser desmentido de manera alguna por la dirigencia estatal panista. Las pruebas eran irrefutables.
Por si fuera poco, en este proceso electoral el mayor interés ha sido tratar de denostar al candidato a gobernador por la coalición PRI-PVEM, Alejandro Moreno Cárdenas, pidiendo todo tipo de pruebas, que la ciudadanía califica de ocurrencias, lo mismo que los demás partidos políticos. Primero fue el examen antidoping, luego del de confianza, que por cierto se negó a señalar qué tipo de cuestionamientos se le hicieron.
La salida de ciudadanos de las filas panistas, se pretende cubrir con la “renuncia” de dos o tres militantes de otros partidos políticos, como ocurrió hoy con el candidato a diputado local por el III Distrito por el Partido del Trabajo.
En el olvido quedó la frase del ex secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, en su reciente visita a la entidad, quien considero “hojas de árbol o basura” a los militantes que decidieron afiliarse al tricolor. Eso es escupir para arriba.