La diabetes es la segunda causa de muerte, está sólo por debajo de las enfermedades del corazón. A nivel estatal el 9 por ciento de la población adulta -19 años en adelante- padece esta enfermedad. Del total de enfermos, el 42 por ciento lo desconoce y sólo hasta que aparecen las complicaciones se dan cuenta.
En 2014 fallecieron 854 personas en los municipios de Torreón, Matamoros y Viesca (Jurisdicción 6), mientras que en 2015 hasta septiembre se tenían 616. Y de enero a septiembre de este año se han detectado más de 12 mil nuevos casos de diabetes, tan sólo en los Hospitales y Unidades Sector Salud de los tres municipios en mención.
Carlos Armando Chavarría Hermosillo, Coordinador de Atención Médica de Torreón de la Jurisdicción Sanitaria Número Seis, dice que según la Federación Internacional de la Diabetes, esta enfermedad “es una afección crónica que se desencadena cuando el organismo pierde su capacidad de producir suficiente insulina o de utilizarla con eficacia”.
La insulina es la hormona que se fabrica en el páncreas y que permite que la glucosa de los alimentos pase a las células del organismo, en donde se convierte en energía para que funcionen los músculos y los tejidos. Como resultado, una persona con diabetes no absorbe la glucosa adecuadamente, de modo que ésta queda circulando en la sangre (hiperglucemia) y dañando los tejidos con el paso del tiempo. Este deterioro causa complicaciones para la salud potencialmente letales”.
Existen tres tipos de diabetes: diabetes tipo 1, diabetes tipo 2 y diabetes mellitus gestacional (DMG).
Las personas con diabetes corren un mayor riesgo de desarrollar una serie de problemas graves de salud. Unos niveles permanentemente altos de glucemia pueden causar graves enfermedades, que afectarán al corazón y los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios. Además, las personas con diabetes también corren un mayor riesgo de desarrollar infecciones.
En casi todos los países de ingresos altos, la diabetes es una de las principales causas de enfermedad cardiovascular, ceguera, insuficiencia renal y amputación de extremidades inferiores. Mantener los niveles de glucemia, de tensión arterial y de colesterol cercanos a lo normal puede ayudar a retrasar o prevenir las complicaciones diabéticas. Las personas con diabetes necesitan hacerse revisiones con regularidad para detectar posibles complicaciones.
Para prevenir la enfermedad es necesario llevar un estilo de vida saludable; una dieta en la que abunden las frutas y las verduras, no consumir en exceso bebidas edulcoradas y en su lugar beber agua en abundancia; hacer ejercicio por lo menos tres veces a la semana; evitar la ingesta de harinas y grasas saturadas.
Agrega que para quienes ya la padecen y buscan prevenir las consecuencias de esta enfermedad, la Secretaría de Salud, a través de la Jurisdicción Sanitaria, invita a que se incorporen en las unidades de primer nivel de atención para su control integral, ya que las acciones de tratamiento se dan en los centros de salud.