Tres años en prisión pasará el farmacéutico Steven Brandenburg, del estado de Wisconsin, por tratar intencionadamente de estropear cientos de vacunas contra el coronavirus.
Este caso causó conmoción a comienzos de año en el inicio del programa de vacunación contra el coronavirus y cuando Estados Unidos estaba registrando un elevado número de infecciones y muertes por la pandemia.
Brandenburg, farmacéutico que ejercía en la ciudad de Grafton, retiró cientos de dosis de la vacuna Moderna de los refrigeradores del centro médico en el que trabajaba con la intención de arruinar su efectividad.
Ante ello, fue sentenciado a 36 meses de prisión seguidos de tres años de libertad condicional. También se le ordenó pagar aproximadamente unos 83.800 dólares de indemnización al hospital afectado, del grupo Advocate Aurora Health.