El apoyo de la Cámara de Diputados fue unánime a la reforma que les amarra las manos a sus integrantes, cónyuges y parientes hasta por cuarto grado en las gestiones de cabildeo, al tiempo que establece sanciones para quienes incurran en éstas.
Por unanimidad, con 457 votos a favor, el pleno avaló modificaciones a su reglamento interno, justo cuando el debate de la reforma hacendaria convirtió al recinto en escenario de representantes de las llamadas empresas de lobby.
Al fijar la postura del PRD, el diputado Roberto López Suárez dijo que los cabilderos operan cotidianamente en los pasillos de la Cámara.
“Me atrevería a decir, sin temor a equivocarme, que en las corraletas hay cabilderos ahorita y otros están en el restaurante de esta Cámara de Diputados haciendo su trabajo y cobrando millones de pesos y dólares, sobre todo por los temas polémicos que conocemos”, acusó.
La reforma establece, además, que el número máximo de personas acreditadas para realizar actividades de cabildeo será de 20 por cada comisión legislativa y dos por cada persona moral inscrita.
Lo mismo aplicará para aquellas personas que digan representar a una persona física, organismo privado o social y que no obtenga un beneficio material o económico en razón de sus actividades, se establece.