Al menos 30 personas murieron y otras 28 resultaron heridas en el ataque de un suicida a un café en la ciudad petrolera de Kirkuk, AL norte de Irak. La mayoría de las víctimas son jóvenes que se hallaban en el establecimiento de café.
El atacante hizo explotar la carga explosiva que llevaba adosada al cuerpo en el café, donde se encontraban numerosos jóvenes que se habían reunido aprovechando el mes sagrado de Ramadán.
En otro terrible suceso, al menos diez personas murieron y otras veinte resultaron heridas por el estallido de un artefacto explosivo en una mezquita chií al norte de la capital iraquí.
Una nueva ola de violencia ha azotado desde ayer varias provincias iraquíes, causando la muerte de más de 80 personas y 200 heridos.
Ante el creciente número de víctimas mortales y las presiones de las provincias suníes que le instan a una reforma federal del Estado, Al Maliki anunció el pasado 20 de mayo una profunda reforma en su estrategia de seguridad.
Irak se halla inmerso en una grave crisis política y de seguridad, agudizada por las protestas de la minoría suní contra el gobierno del primer ministro, el chií Nuri al Maliki, al considerar que las provincias suníes son discriminadas.