Ante la falta de señalamientos que indicaran una fractura en el pavimento de casi dos metros de profundidad y el intenso tráfico que se vivió este día en la avenida López Portillo, una Ecosport terminó dentro de la zanja sin daños mayores pero con una fuerte crisis de nervios por parte de sus ocupantes.
El conductor del camioneta familiar, Eduardo Álvarez Santos, con placas DHH-37-54, fue quien alertó ante el incidente que todos sus ocupantes estaban bien, solo el susto de lo ocurrido por parte de una joven que lo acompañaba y un menor de tres años.
El vehículo que terminó con la llanta delantera atorada, fue remolcada con la ayuda de una cuerda y un trascabo a la altura de la Subestación de Samulá.
Al llegar al sitio donde están realizando los trabajos, la Ecosport trató de evitar las maniobras de un camión de volteo en el lugar que se orilló demasiado a su derecha, sin percatarse de la enorme zanja recién abierta para efectuar trabajos hidráulicos.