El Yucateco que nos timó
Por: La Redacción
Las exigencias del filántropo yucateco Freddy Novelo son dignas de un zar: boletos de avión en primera clase, suites en hoteles de cinco estrellas, chofer y seguridad las 24 horas. Su figura va precedida por un nombre de leyenda: Peter Carl Fabergé, el joyero de la corte imperial rusa, y una dinastía millonaria: los Rockefeller.
Desde 2004, los gobiernos de Yucatán, Campeche, Tampico, Jalisco y Sonora han abierto las puertas a su colección de objetos de arte, joyas y documentos, la mayoría pertenecientes a la familia Romanov, que asegura le heredó su amigo Charles Rockefeller en 1992. No han dudado de su historia ni de sus piezas, pese a que Novelo tiene una demanda por fraude en Acapulco, y en Guadalajara no quieren ni oír mencionar su nombre.
El filántropo mantiene el hermetismo sobre su colección, un total de 2 mil 500 piezas, de las que no ha mostrado más de 250, y que según los “contratos culturales” que expide, fueron creadas entre 1894 y 2004. También se ignora la biografía de su generoso benefactor.
En sus presentaciones, lo mismo que en la página de su fundación Fine Arts & Design Miami (www.joyasimperiales.com), Novelo subraya el valor histórico de su colección, y de piezas estrella como el Huevo del Invierno Azul, que asegura le fue encargado en 1913 a Fabergé por el zar Nicolás II, y una almohada que perteneció a la Gran Duquesa Anastasia.
Olvida mencionar la letra pequeña de sus contratos, donde se señala que gran número de las piezas expuestas -40 por ciento son contemporáneas, creadas por “los hijos, nietos y bisnietos” del joyero ruso.
El gemólogo comenzó a sospechar cuando vio descender a Novelo del avión con dos maletas y un portafolio, sin ningún tipo de protección, pese a las medidas de seguridad establecidas en el contrato, que incluían un guardia “altamente armado” junto a cada vitrina, y la prohibición absoluta de tomar imágenes de las piezas, ni siquiera con celular.
EL FRAUDE
. . . En la Secretaría de Cultura de Jalisco nadie quiere poner en grabadora lo que se dice en los pasillos.
“La exposición fue un fraude”, asegura una fuente de la institución. Porque no todas las piezas eran originales, y porque Novelo cobró más dinero del acordado. “Un millón de pesos es la cifra oficial, pero puede que sea más”.
Fabergé. La visita del zar se presentó en el Instituto Cultural Cabañas de Guadalajara del 3 de octubre al 7 de noviembre de 2009. El Secretario de Cultura Jesús Cravioto aseguró que la “gala imperial” que acompañó a la inauguración -cenas con boleto en las que se sortean réplicas de Fabergé que la fundación del filántropo vende a los patrocinadores- había recaudado un millón de pesos para el Hogar Cabañas (MURAL 8/10/2009).