Una nueva hipótesis de lo que pudo haber sucedido con los normalistas desaparecidos el 26 de septiembre pasado en Iguala, Guerrero ha surgido, en ella se cree que en crematorios del Ejercito Mexicano habrían incinerado los cuerpos del los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa.
La hipótesis está siendo desarrollada por los investigadores Jorge Antonio Montemayor Aldrete, del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y Pablo Ugalde Vélez, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), plantel Atzcapotzalco.
La indagatoria se centra en los crematorios del Ejército y en privados, donde “probablemente” habrían sido llevados los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, desmontando así la versión que dio el pasado 10 de diciembre, la Procuraduría General de la República (PGR) que afirmaba que los 43 normalistas fueron incinerados en un basurero del municipio de Cocula.
“La hipótesis es bastante probable porque los estudiantes pueden haber sido incinerados en crematorios modernos del Ejército o de empresas privadas, con instalaciones suficientemente grandes y con morgue”, indicó el doctor Jorge Antonio Montemayor Aldrete en entrevista otorgada a LA JORNADA.
Siguiendo esa pista, los investigadores comienzan a buscar información sobre la actividad de los crematorios militares, no sólo a través de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), sino por dos vías más: la fiscal y la empresarial.
“El que nada debe, nada teme. Si el Ejército se comporta dentro del marco constitucional, ¿cuál es el problema para que nos permita revisar la bitácora de uso de sus crematorios y los recibos correspondientes de consumo de gas del año reciente para observar de forma transparente si hubo un incremento en el gasto”, indica Montemayor Aldrete.