Aunque no es una noticia muy conocida, sigue siendo de alto impacto para la NASA, pues el 16 de enero de 2003 la misión STS-107 de la NASA estaba en marcha.
Un transbordador espacial Columbia se lanzó con su siete tripulantes a una órbita baja para comprobar los efectos de la microgravedad en el ser humano. Los profesionales nunca volvieron a La Tierra.
Durante años se buscó la respuesta de qué es lo que había fallado si toda misión espacial pasa por repetidas revisiones y simulaciones; hace poco se encontró la respuesta: una presentación de PowerPoint mató a siete personas.
La investigación de la tragedia reveló que la NASA y los ingenieros habían tenido la información correcta, pero habían tomado una mala decisión. Edward Tufte, profesor de Yale, explicó que el problema había estado en aquella maldita diapositiva y la forma en la que la habían presentado.