A unas horas de que se realicen diversas celebraciones para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, Ana Patricia Lara Guerrero, presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) informó que el año pasado, esa instancia recibió a más de 70 mil personas en todos sus programas tanto preventivos como reactivos, de los que el 60 por ciento fueron mujeres que denuncian violaciones a los derechos humanos.
En improvisada rueda de prensa al concluir el sencillo evento con la dirigencia estatal del PRD que celebró el Día Internacional de la Mujer, Lara Guerrero lamentó que la mujer pida apoyo y ayuda para hacer defender los derechos humanos de otros, pero muy pocas lo hacen para sí mismas.
Destacó la importancia de que la mujer conozca y sepa que tienen derechos tanto a nivel internacional como local, y exigir respeto a sus derechos pues a muchas se les considera todavía “que son pertenecientes a un grupo en estado de indefensión y desventaja”.
-En la Comisión Estatal so las mujeres el mayor número de personas que acuden a presentar quejas relacionadas con alguna falta de servicio en contra de servidores públicos. Piden ayuda, gestiones, asesorías, consejo. Son las que acuden a defender a sus hijos, a los adultos mayores, a defender sus derechos en relación con las situaciones alimentarias que tanto necesitan, que tanto se requiere, a protegerse en relación a las medidas cautelares que también ya se están estableciendo –señaló.
-Sigue la mujer en desventaja con el hombre. Tenemos las cifras que no son alentadoras. A las mujeres nos hace mucha falta desprendernos de ciertas situaciones culturales y roles que tenían establecidos previamente, los del hogar, de tener un doble trabajo, doble jornada de trabajo y parte principal es dividir funciones, trabajo educación; el varón debe compartir estas responsabilidades.
-La mujer no acude por ella misma a solicitar el apoyo. Lo más importante es que despierten y sepan que tienen también que exigir para ellas mismas. Cuando la mujer está bien consigo misma, está bien con los demás. Es importante que primero se respete, se exija, se empodere, vaya y acuda a pedir ayuda para ella y luego para los demás.
-El año pasado atendimos a más de 70 mil personas en todos nuestros programas tanto preventivos como reactivos. Y de ello les puedo decir que el 60 por ciento fueron mujeres –puntualizó y señaló que es la Procuraduría General de Justicia del Estado la más denunciada por no otorgar servicios a la mujer.
-Aquí lo que falta no es cambiar las leyes, sino que se apliquen. Ya están establecidas. Tenemos leyes a nivel internacional, local y federal; lo más importante es que se conozcan y se exija su cumplimiento, que se establezcan en estas leyes los mecanismos adecuados para su cumplimiento. Una ley sin mecanismo para su aplicación, es ley muerta.
-El 60 por ciento que hablaba es anual. Van a pedir el apoyo y ayuda en relación a otras personas, a sus hijos, para pedir apoyo para los hijos que se encuentran privados de su libertad, se encuentran en un proceso pero no para ellas mismas.
Señaló que es el programa especializado donde se denuncia la violencia a la mujer mientras que en el de quejas, acuden para pedir ayuda y apoyo para otras personas.
-En el programa especializado sí van a solicitar el apoyo, ayuda y gestión para que las canalicemos a instituciones, sobre todo para su solicitud de su pensión alimenticia. La parte de la pensión alimenticia y la violencia física y emocional es uno de los que más afecta a las mujeres en este Estado, y no están bien canalizadas en ocasiones o están bien guiadas hacia qué instituciones deben acudir para que se les respete estos derechos.
Informó que los tipos de violencia que más denuncian es el maltrato, el abuso sexual e incluso como víctimas del delito en los procesos penales, y son asuntos en los que piden ayuda, consejo y acompañamiento para los procesos penales.
Finalmente, manifestó que tanto en Campeche como en el país, persiste el machismo.
-Yo creo que todavía hay que trabajarlo, hay que salir adelante y creo que es por parte de las propias mujeres.