El Parlamento de Uganda aprobó un proyecto de ley con el que se establece que las personas que sean juzgadas por homosexualidad podrán recibir cadena perpetua.
En Uganda, las relaciones entre personas del mismo sexo están prohibidas desde hace algún tiempo, pero ahora la pena se ha visto endurecida dramáticamente.
La prisión de por vida será el castigo de las personas que sean detenidas nuevamente por este delito, en uno de los países más intolerantes con la comunidad LGTB.
Además, la nueva ley también castiga la llamada “propaganda gay”, es decir, las manifestaciones orales o visuales que fomenten la práctica homosexual o el respeto a sus derechos en la ciudad.
Los activistas de los derechos humanos han rechazado esta norma, señalando que restringe algunos de los derecho fundamentales de los seres humanos, los cuales también están en la Constitución.