La reunión para organizar un frente común que permita ser gestores de un mercado en donde pescadores puedan comercializar sus productos, resultó ser un enfrentamiento entre diferentes agrupaciones, unos por incurrir en actos de depredación y otros por extorsionar a las autoridades para que entreguen apoyos y vivan del erario.
Reunidos a unos metros del parador culinario “Palmas” ubicado en el malecón de la ciudad, el presidente de la Asociación de “Pescadores Ribereños”, Ramón Enrique Suárez, reunió a sus agremiados para informarles la necesidad de gestionar un mercado, pero ante la presencia de Román Sonda Arceo, uno de los manifestantes que apoya a Juan Ramón Cach Martínez, en su manifestación en la delegación de la Conapesca, Enrique Suárez no se contuvo de gritarle que es un vividor.
El problema no es nuevo, pues desde hace un buen tiempo, Román Sonda Arceo y Juan Ramón Cach Martínez han señalado a Enrique Suárez de ser depredador y bucear pulpo y caracol, sin embargo por su cercanía y “apoyo” a las autoridades, simplemente pasa desapercibido y no es sancionado.
“Nos echan bronca porque nos manifestamos en Conapesca, porque no hay vigilancia, no nos han entregado la gasolina ribereña y no tenemos apoyo ante la veda, pero estos pescadores nos señalan de vividores, como si nosotros mandáramos dos lanchas a bucear, no estamos pidiendo apoyo para no trabajar, sino para sobrevivir”, dijo Sonda Arceo.
Ante estos señalamientos, Ramón Enrique Suárez, reviró las acusaciones señalando que existen personas que a nombre del sector ribereño tratan de extorsionar a las autoridades y eso no es válido, además desmintió los señalamientos de depredación en su contra.
“Los pescadores del Camino Real no están pidiendo apoyo, nosotros sólo pedimos el mercadito para tener donde vender el pescado, vamos a exhibir a quienes sólo tratan de vivir del gobierno, como siempre, que no los tomen en cuenta que son vividores”.
Luego de varios minutos de enfrentamiento verbal, llegando casi a los golpes, los pescadores exigieron a los manifestantes de Conapesca que se retiraran del lugar porque sólo causan la pena del sector ribereño, pero nada lograron porque los gritos sólo se calmaron cuando Román Sonda Arceo se retiró del lugar.