El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi deberá enfrentar un juicio por corrupción, en un nuevo revés legal para el líder de centroderecha tras una condena por fraude fiscal en agosto y una serie de acusaciones en otros casos.
Fiscales de Nápoles acusan a Berlusconi de sobornar a Sergio De Gregorio, un ex senador del pequeño partido Italia de los Valores, para que cambiara su filiación política, como parte de un intento por derribar al Gobierno del ex primer ministro Romano Prodi en el 2006.
De Gregorio, quien reconoció haber recibido 3 millones de euros de Berlusconi e intentar persuadir a otros senadores a que cambiaran de bando, fue condenado a 20 meses de prisión después de declararse culpable.
Su cambio de partido contribuyó a desestabilizar al Gobierno de Prodi y a su eventual caída, pero desde entonces se ha transformado en un opositor de Berlusconi.
“Esta es una decisión que confirma lo que le dije a los magistrados de Nápoles”, dijo De Gregorio al canal SkyTG24. “Limpié mi conciencia lo más que pude y me disculpé por lo que hice”, agregó.
El caso se suma a una larga lista de dolores de cabeza legales que enfrenta actualmente el magnate de los medios, que además podría ser expulsado del Parlamento y cumplir un año de servicios comunitarios o arresto domiciliario tras la condena por estar en el centro de un extenso sistema de fraude fiscal con su cadena televisiva Mediaset.
Los casos también causaron gran tensión en la coalición de Gobierno del primer ministro Enrico Letta, formada por una alianza entre el Partido Democrático, de centroizquierda, y el partido Pueblo de la Libertad, de centroderecha, al que pertenece Berlusconi.
El Senado debe votar sobre si quitar el escaño a Berlusconi mediante una ley que prohíbe a criminales condenados ejercer un cargo en el Parlamento. No está claro cuándo se llevará a cabo la votación.