A pesar de la fe, la gran mayoría de los campechanos se mantuvo en casa este 12 de diciembre, solo unos cuantos visitaron a la Morenita del Tepeyac en el santuario Guadalupano para celebrar su día, las bancas de la iglesia lucieron semivacias.
Este año no hubo desfile de microbuses decorados con luces y la imagen de la Guadalupana, tampoco los proveedores de diversos productos hicieron su promesa en procesión, escasos peregrinos y un número menor de feligreses se acercaron al altar.
Un año atípico, en el que la pandemia puso una pausa a una de las celebraciones religiosas más importantes de la grey católica, sin embargo, los campechanos devotos dedicaron en sus hogares una oración a la virgen.
La iglesia durante las primeras horas de este 12 de diciembre registró pocos visitantes, la mayoría eran vecinos del barrio de Guadalupe quienes se acercaron a llevar flores y veladoras al altar.