Alumnos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos en Ayotzinapa cambiaron la pluma, el cuaderno de apuntes y los libros por las protestas para exigir el regreso con vida de los 42 compañeros aún desaparecidos, de los 43 que fueron entregados por policías municipales de Iguala y Cocula al crimen organizado.
La actividad docente se paralizó en su totalidad y se corre el riesgo de perder el ciclo escolar.
En la escuela considerada como el semillero de docentes con una ideología socialista, ya no se imparte la clase de formación ética, bases filosóficas o la política en México; ahora son utilizadas para alojar a los integrantes de organizaciones que apoyan al movimiento.
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