Estados Unidos no asistió este martes a una audiencia de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos sobre el impacto de los decretos migratorios del presidente Donald Trump.
Jamil Dakwar, director del departamento legal de American Civil Liberties Union Foundation, calificó la ausencia del gobierno estadounidense de “política aislacionista a semejanza de regímenes autoritarios” y “otra señal preocupante de que el gobierno de Trump no solo lanza un ataque a los derechos humanos en casa, sino que además intenta debilitar a organismos internacionales”.
El portavoz del Departamento de Estado Mark Toner dijo en un correo electrónico a The Associated Press que Washington consideró “inapropiado participar en estas audiencias mientras hay litigios en curso en tribunales estadounidenses”.
Cerca de una decena de gobiernos estatales han acudido a la justicia para anular un decreto presidencial que busca impedir el ingreso a territorio estadounidense de ciudadanos procedentes de seis países de mayoría musulmana.
Estados Unidos solía asistir habitualmente a las audiencias de la CIDH, pero el martes se ausentó no solamente a la relacionada sobre los decretos migratorios sino también a otras sobre el acceso al asilo y el internamiento de japoneses-estadounidenses durante la segunda guerra mundial.
Varias organizaciones denunciaron que la política migratoria de Trump atenta contra los derechos humanos de los inmigrantes y las minorías étnicas y pidieron a la CIDH que además de exhortar a Washington a que anule los decretos, supervise su implementación con visitas a las zonas fronterizas y documente su impacto en otros países de la región.