El gobierno estadunidense insinuó que votará en contra de la resolución que la Asamblea General de la ONU aprueba cada año para pedir el fin del embargo contra Cuba, porque el texto final “no refleja completamente” el nuevo espíritu de acercamiento entre ambos países.
Y es que EU lleva más de un mes evaluando la posibilidad de abstenerse en la votación que se llevará a cabo el próximo martes en las Naciones Unidas y a la que se ha opuesto año tras año durante más de dos décadas.
No obstante, “la resolución presentada no refleja completamente el espíritu de diálogo que el presidente Obama ha impulsado”, dijo un funcionario del Departamento de Estado.
En la resolución que se vota cada año, la Asamblea General pide a EU poner fin al embargo económico, comercial y financiero impuesto a la isla, y el año pasado el país norteamericano emitió uno de los dos únicos votos negativos, junto al de Israel, frente a una abrumadora mayoría de 188 sí.
Así pues, si en el último momento decidiera abstenerse, el gobierno estadunidense daría el inusual paso de dejar pasar sin ningún comentario una resolución crítica con sus propias leyes, algo muy poco habitual en las Naciones Unidas.
La Administración de Obama confiaba en que la resolución reconociera sus esfuerzos en el proceso que llevó al restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba el pasado julio, después de más de 54 años de enemistad.