Luego de señalar que el Ayuntamiento de Campeche debe desalojar la calle Nicaragua, donde hay un gran número de introductores de productos perecederos, en lugar de obligar a las “huacaleritas” a abandonar el mercado “Pedro Sáinz de Baranda”, la regidora perredista Guillermina Arceo Castillo manifestó que las autoridades municipales “tienen temor hacia ciertos grupos que están conformados y que siempre son los que hacen un punto de discrepancia y mueven y amenazan a otro tanto”.
Asimismo, declaró que tiene conocimiento de las quejas en contra de los inspectores pues se dice que reciben 500 pesos diarios por cada introductor ubicado en la calle Nicaragua, lo que afirmó ha reportado sin que las autoridades municipales le den importancia alguna.
-El mercado público es una prioridad que han olvidado muchas administraciones, porque no se trata de “parchar” o “maquillar” para ocultar ciertas deficiencias que tiene –apuntó y consideró que han sido rebasados por los locatarios y los vendedores ambulantes o “huacaleritas”, a quienes afirmó lo único que se hizo fue ofrecerles un espacio en la circunferencia del mercado pues algunas están en los pasillos y otras en los alrededores y hasta en las calles.
-Es prioritario abrir la calle Nicaragua, sin embargo, nadie le entra al juego –apuntó-. Mientras, retiran a personas que obtienen escasos recursos; desde luego no estoy a favor de que se deje sin trabajar a nadie, pero el mercado necesita reestructurarse y la autoridad tiene que entrarle “con todo”.
-No se puede correr a alguien que ya tiene diez años ahí y aportando sus impuestos al Ayuntamiento, pero sí se requiere ordenar un poco…
Se habla de que los inspectores reciben 500 pesos diarios por cada introductor ubicado en la calle Nicaragua, ¿usted tiene conocimiento de esto?
-Hemos informado de manera expresa, sin que haya de por medio un testimonio o video, alguna grabación importante, para que podamos de manera oficial hacer a la presidenta este llamado de atención –respondió.
-Sí nos han comentado, no es la primera vez, sobre todo el compañero Mao Salazar es el que más reportes ha recibido. He recomendado el cambio de esta persona, pero no ha habido respuesta, lo que me hace pensar que lo protegen y lo cuidan, y que las autoridades están involucradas en todo este problema de las “mordidas” –manifestó.
La contralora dice que no hay ninguna denuncia –se le comentó.
-Ese es el detalle, que las denuncias requieren una prueba, y en este caso es su palabra contra la de ellos. La palabra no está catalogada como prueba determinante para que castiguen a alguien y necesitamos implementar operativos, y que las personas, los locatarios presenten pruebas.
La regidora perredista consideró entonces que las autoridades municipales deben actuar con los introductores de la calle Nicaragua, de la misma manera que lo hicieron con las “huacaleritas”.
-Sí, porque hay problemas de confluencia y en horas pico no se puede pasar por el mercado, es un paso forzado.
¿Hay complacencia de las autoridades?
-Es falta de interés, tal vez no sea complacencia, sino que tienen temor hacia ciertos grupos que están conformados y que siempre son los que hacen un punto de discrepancia y mueven y amenazan a otro tanto.
-A raíz que ha habido problemas más serios, como correr a personas cuando no hay otras opciones de trabajo, tiene razón pero si el mercado principal está terrible, en los –mercados- periféricos está peor. Falta de mantenimiento y programas para que implementen capacitación y puedan ellos ofertar más producto de su trabajo.
La alcaldesa no tenía conocimiento de que se iba a desalojar a las “huacaleritas” con la fuerza pública?
-Cuando se dirige un Ayuntamiento, se le da a los directores cierta confianza para actuar apegado al reglamento y sin lastimar a la sociedad a la que damos nuestro servicio. Si no estaba enterada, debe tomar decisiones drásticas y cambiar a sus directivos porque la están dejando muy mal y en evidencia.
-Si no lo sabía es una falta de sus directivos por no haberle informado, y si lo sabía, pues desgraciadamente, tiene que aclarárselo a la sociedad –finalizó.