Esta semana a través de diversos medios internacionales se corrió el rumor a cerca de las propiedades curativas del semen respecto a la depresión en mujeres, lo cual tras análisis ha resultado ser una teoría muy dudosa y poco probable.
Según, el semen combate la depresión en las mujeres cuando se absorbe por la vagina. Estas afirmaciones se basan en un dudoso estudio con más de diez años de antigüedad.
En 2002 se realizó un experimento que reunía a 293 jóvenes universitarios de Nueva York. Se realizó un cruce estadístico entre variables como el método anticonceptivo que usaban, la frecuencia en que tenían sexo y la última vez que tuvieron sexo; con el grado de depresión que presentaban.
Encontraron una relación entre las personas que tenían bajos niveles de depresión y las que usaban métodos anticonceptivos que permitían el flujo del semen a la vagina.
El caso es que este estudio no aporta ninguna prueba científica real, no son más que relaciones estadísticas que no prueban nada. ¡Oh, que decepción!