“La violencia y la crisis que se vive en el mundo han dejado vulnerables a la familia por lo que es necesario que con fe y amor se reconforte y se ponga en las manos de Dios”, aseguró Sebastián Korzack, párroco de San José, al concluir la misa de convivencia familiar.
En entrevista posterior a la homilía, dijo que el escenario poco alentador que se vive en el país, en los que la fe y el amor están quedando desplazados, es importante que la familia muestre unidad.
“Es verdad que en estos tiempos hay mucha desintegración de las familias, esto es un gran reto para la iglesia, no podemos huir de la realidad, hay que hacer lo posible con todos los medios de hacer unir a la familia”.
Indicó que es importante que los padres de familia no dejen a los hijos y les den guía para que permita que los jóvenes sean mejores ciudadanos y personas de bien.