Es un hecho que la belleza cuesta, pero sucede que en ocasiones el costo es demasiado, como en el caso de Polly Smith, una joven de 19 años que quedó con el rostro deformado por una reacción alérgica a los químicos que se usaron en un tratamiento de cejas al que se había sometido en un salón de belleza.
Según el tratamiento, debía darle a sus cejas una apariencia más robusta y estética, pero acabó por causarle una fuerte reacción que le hinchó los párpados a tal grado que le era imposible abrir completamente los ojos.
El procedimiento incluye aplicar tinte para el cabello directo a las cejas durante diez minutos; sin embargo, a pesar de que Smith se realizó la prueba de alergia necesaria para comprobar que nada saldría mal con el tratamiento, la fórmula reaccionó de manera inesperada.
Luego de esta experiencia, Polly Smith advierte a otras chicas sobre los efectos secundarios de este tipo de procedimientos.