Un hombre egipcio secuestró el martes un avión de la aerolínea EgyptAir y forzó su aterrizaje en Chipre, donde la mayoría de los ocupantes pudieron desembarcar, a excepción de tres pasajeros, cuatro miembros de la tripulación y el captor.
Los motivos del secuestrador no estuvieron claros de inmediato, pero el presidente de Chipre, Nicos Anastasiades, dijo que el incidente “no tiene que ver con terrorismo”. Un funcionario del gobierno chipriota, que habló bajo condición de anonimato al tratarse de una investigación en marcha, apuntó que el captor “parece (estar) enamorado”.
Periodistas preguntaron a Anastasiades si podía confirmar que el incidente tenía que ver con una mujer. “Siempre hay una mujer” implicada, respondió, provocando carcajadas.
Un responsable de aviación civil, que tampoco quiso ser identificado porque no estaba autorizado a revelar detalles de las pesquisas, dijo que el hombre dio a los negociadores el nombre de una mujer que vive en Chipre y pidió que se le entregue un sobre. No está claro qué tipo de relación mantienen.
Un avión egipcio voló más tarde a Larnaca para poder trasladar a los pasajeros liberados, según funcionarios.