La criminalidad ha trastornado gravemente la economía del estado de Guerrero, donde más de 350 empresas se han visto obligadas a cerrar debido al hostigamiento de los delincuentes.
La ola de delincuencia está regresando y eso nosotros como sector empresarial lo atribuimos al hecho de que la presencia de la Policía Federal y del Ejército Mexicano está disminuyendo”, dijo Jaime Nava Romero, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Chilpancingo, capital de Guerrero.
Cuando las fuerzas federales han tenido una mayor presencia en el Estado, como en el proceso electoral que culminó en los comicios del 7 de junio, la actividad criminal disminuyó, “pero hoy la poca presencia que tenemos de la fuerza federal está haciendo que regrese nuevamente la ola delictiva”, expuso.
Fuentes de la Fiscalía de Guerrero informaron que un gerente regional de la empresa de bebidas PepsiCo en Guerrero fue secuestrado, el jueves, por hombres armados en el municipio de Teloloapan.
Al respecto, Nava Romero dijo que aún no ha podido hacer contacto con los directivos de la empresa para confirmar el secuestro.
Pero refirió que la semana pasada Rodrigo Alarcón Sánchez, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Guerrero, fue secuestrado y su cuerpo fue hallado días después en un camino rural.
Indicó que también han ido en aumento otros delitos como la extorsión contra las empresas, como las mineras que operan en la región.
Nava Romero señaló que la agrupación patronal tiene un registro de más de 350 empresas que han tenido que cerrar desde fines del año pasado, y citó como ejemplo lo ocurrido en días recientes con la compañía Coca-Cola, que decidió retirarse del municipio de Arcelia por las amenazas del crimen organizado.
También se refirió a otras empresas que han cerrado, como Volvo Chilpancingo y Cantera Mexicana, de la que dijo que 90 % de su producto era para exportación.
Guerrero, donde operan varios grupos criminales y policías comunitarias, se vio sacudido hace nueve meses por la desaparición de 43 estudiantes de una escuela rural para maestros en el municipio de Iguala a manos de autoridades corruptas y miembros del crimen organizado.