La Iglesia católica mexicana cuestionó algunos criterios de educación sexual que imparte el Estado, e hizo un llamado a los padres de familia a revisar puntualmente los libros de sus hijos, asumiendo la responsabilidad de ser los primeros educadores en este campo.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se dio a la tarea de revisar los libros de 4°, 5° y 6° grado de primaria, de Ciencias Naturales y de Formación Cívica y Ética, así como el libro “Para las familias”, de educación preescolar.
Entre la crítica exponen que en las aulas se ofrece a la niñez información sexual orientada a aspectos meramente anatómicos y fisiológicos, “dejando a un lado lo que compete a una verdadera educación sexual que vincule la vida interior de la persona abarcando aspectos como la verdadera donación, el respeto por la propia persona, el proyecto de vida, la madurez, la comunicación de la interioridad, así como las distintas dimensiones del amor humano que se expresa en la vida sexual”.
El cardenal José Francisco Robles Ortega, presidente de la CEM, señala que, “paradójicamente, en los libros de educación, no hay pregunta alguna que pudiera llevar a descubrir la naturaleza y finalidad de la sexualidad, que no se reduce a un aspecto meramente genital o de ejercicio de las relaciones sexuales”.
Agregan que no apuntan aspectos básicos sobre la voluntad, el dominio de las pasiones, la responsabilidad para amar, así como la básica característica del amor humano que implica vencer el egoísmo para participar en el don de la vida, compartirla, cuidarla y custodiarla.