Alejandro González Iñárritu no sentó bien, con su éxito en los Oscar, a los sectores más conservadores de Estados Unidos molestos por una ceremonia que consideraron muy liberal y en la que los derechos de los inmigrantes indocumentados fueron los protagonistas.
El magnate Donald Trump no ocultó su sorpresa y frustración por los reconocimientos obtenidos por el equipo de Iñárritu en los Óscar.
Los conservadores estadounidenses deseaban el triunfo de la patriótica y taquillera “American Sniper”, de Clint Eastwood, que logró solo el galardón de mejor edición de sonido.
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