El Instituto Federal Electoral (IFE) inició este lunes, el proceso de destrucción de las más de 1,967 toneladas de la papelería electoral de 2006, y que deberá estar lista antes de la primera semana de octubre.
Luego de siete años de litigios en instancias nacionales e internacionales y tras el retiro de los sellos de la bodega nacional que resguarda la papelería ubicada en la Carretera México-Querétaro, el secretario ejecutivo del IFE, Edmundo Jacobo Molina, dijo que con esta tarea se da cumplimiento a lo establecido por la ley electoral en la materia.
El proceso de destrucción tendrá un costo de entre 3 y 4 millones de pesos, mientras que su resguardo desde el proceso electoral fue de 1,137 millones de pesos.
Previo a la destrucción de los 130,480 paquetes electorales, que se prevé inicie en octubre próximo y cuyo resguardo a cargo del Ejército mexicano significó un costo de 1,137 millones de pesos, se levantó la muestra que se utilizará para hacer el estudio de calidad del voto, tal y como se realiza desde 2003, y luego se triturará.
Ante los representantes de los partidos políticos, no así de los consejeros electorales, se llevó a cabo el proceso de entrega-recepción de la documentación, consistente en votos válidos, nulos, boletas sobrantes y lista nominal, entre otros, los cuales fueron resguardados de lluvias, plagas, humedad, sismos y hasta un posible cortocircuito.
Con el inicio del proceso de destrucción del material ubicado por entidad y por distritos, se da cumplimiento al acuerdo del Consejo General del IFE aprobado la semana pasada, al considerar que no existe impedimento alguno para proceder a la destrucción de los paquetes electorales de los comicios federales de 2006.