Lo que empezó por facilitar la comunicación y el ritmo de vida en general entre personas y países hoy se ha convertido en una gran dependencia, y no estamos hablando de redes sociales sino de aquellos artefactos que cada vez “se hacen mas inteligentes” dejando en duda quien controla a quien.
Ahora, cada vez es mas casual consultar a tu dispositivo móvil donde quedan un lugar, tener un dispositivo para saber cuanto tiempo tienes de embarazo, preguntar a tu vehículo si entras en cierto espacio, configurar el refrigerador para avisarte cuando la leche se termine, incluso tener una playera que reproduzca música mientras haces ejercicio y todo esto, tiene un nombre: internet de las cosas.
El Internet de las cosas es un concepto que abarca objetos sobre los que no estamos tan acostumbrados a escuchar que tenga una conexión a Internet.
Según la consultora especializada en las industrias de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones IDC, se estima que este mercado crezca en América Latina un 14% durante 2014.
Para Cristina Rivas, gerente de investigación y consumo de la firma, esta cifra se justifica debido a la gran cantidad de dispositivos que pueden estar relacionados.
“La mayor adopción estará en smartphones y tablets, pero eso también nos está dictando que la gente está buscando estar conectada en cualquier momento y en cualquier lugar y nos abre la puerta a poder pensar que sí hay un mercado potencial en donde otro tipo de dispositivos se puedan comenzar a adoptar con estas funcionalidades de acceso a internet”.
La analista de IDC observa que la industria está apostando y desarrollando este tipo de productos, pero que en el caso de México es necesario pasar por una curva de adopción ya que el mercado es muy sensible al precio.
Según datos ofrecidos por la consultoría, al mercado de computadoras en México le tomó más de diez años poder llegar al 20% de la población. La adopción fue lenta debido a que los precios no se adecuaban a los consumidores. Todo lo contrario sucedió con la llegada de las tablets ya que en dos años ya había alcanzado el 20% de la población.