Más de 400 mil policías de seguridad pública de los tres niveles de gobierno (municipal, estatal y federal), según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, trabajan en turnos de más de ocho y hasta 48 horas continuas, superiores a las jornadas laborales que establece como estándar para las corporaciones policiacas la Organización de las Naciones Unidas.
Hombres y mujeres que en su jornada desayunan, comen, cenan o incluso dormitan. El trabajo es extenuante y agotador porque no se les respetan las horas de trabajo, lo que les genera en lo personal enfermedades crónico-degenerativas, cansancio y sueño constante.
En lo familiar son permanentes los problemas por su ausencia y, en lo profesional, impacta en la disminución en el estado de alerta, lesiones por accidentes de trabajo e incluso conductas impulsivas, revelan estudios.
El Centro de Investigaciones sobre el Sueño, de la Universidad del Sur de Australia, muestra que permanecer 24 horas en vigilia equivale a tener las condiciones físicas y mentales de alguien que ha bebido seis cervezas de manera continua.
No existe ley que regule los horarios de trabajo de los cuerpos de seguridad en México.
En el Congreso hay una iniciativa que propone modificar la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública para que se prohíban las jornadas de 24 horas de trabajo por 24 horas de descanso para los policías.
En la Unión Europea la duración del trabajo es de 48 horas por cada siete días. En Chile es de 45 horas en seis días. En Estados Unidos y Reino Unido son 40 horas semanales en sistemas de turnos.