Una jovencita yazidí de 18 años se quemó viva para dejar de ser atractiva y evitar ser violada nuevamente por miembros del Estado Islámico, informó el portal web ITV.
Yasmin, quien estuvo secuestrada por el grupo terrorista, logró escapar y llegar hasta un campo de refugiados en Irak.
Permanecía a salvo en ese lugar cuando ante los recuerdos que la deprimían decidió rociar su cuerpo con gasolina y encender un fósforo sobre ella.
La adolescente pensó que sus captores otra vez volvían hacia ella a violarla como antes. Escuchó sus voces. Creyó que la secuestrarían nuevamente.
“Lloraba todo el tiempo. La mayoría de veces oía la voz de los miembros del ISIS (Estado Islámico). No pude aguantar más y estas son las consecuencias”, dijo la adolescente a los medios.
Fue trasladada hacia un campo de refugiados en Alemania después de sufrir las quemaduras. En este lugar los médicos tratan todas las partes de su piel que se han visto seriamente afectadas.
Jan Ilhan Kizilhan, el psicólogo encargado de su caso, contó que Yasmin le dijo que ante la desesperación de pensar que venían por ella se preguntó “¿Cómo puedo ser fea para que no me violen otra vez?”.
Ahora se recupera y tiene un intenso tratamiento mental y físico, buscan que empiece una nueva vida. El ISIS hostiga y persigue a los yazidí, una minoría religiosa a la que dan tratamiento militar por considerar que no profesan su fe.