La vida de Abdul Halim al-Attar, un refugiado sirio en Beirut dio un giro total cuando una imagen suya que le dio la vuelta al mundo hace un par de meses.
En ella se le veía desesperado, vendiendo bolígrafos por las calles mientras cargaba a su hija. Ahora tiene dos panaderías y un pequeño restaurante, en donde emplea a 16 refugiados sirios.
Esto fue posible gracias al buen corazón de Gissur Simonarson, un periodista fundador del sitio web de noticias de guerra ConflictNews, quien hizo pública la situación en Beirut, capital del Líbano.
En ese entonces Simonarson consiguió un par de fotos de Abdul, junto a su hija Reem, de cuatro años, las subió a Twitter y ese tuit se compartió más de 6,000 veces.
“Syrian father selling pens in the streets of #Beirut with his sleeping daughter #Lebanon #Syria pic.twitter.com/KOz4mjW1rd
— Gissur Simonarson CN (@GissiSim) agosto 25, 2015”, versaba el mensaje.
Fue entonces que el refugiado despertó lo mejor de los internautas, quienes apoyaron una campaña de fondeo colectivo en IndieGogo para reunir fondos para apoyarlo. Fue un éxito y las donaciones excedieron la meta hasta llegar a los 191 mil dólares.
Al día de hoy Abdul tiene dos panaderías y un pequeño restaurante, en donde le ayudan otros 16 refugiados. Además, ahora se ha mudado a un departamento de dos habitaciones al sur de Beirut.