Layda Sansores Sanromán, senadora por Campeche, aseguró que no hay tal derecho de réplica para los ciudadanos incluido en la Ley de Telecomunicaciones que presentó el Gobierno Federal, por lo que en todos los que son medios sociales y comunitarios quedan prácticamente en el olvido o para que desaparezcan, al no permitirles tener anuncios comerciales y solo patrocinios que son muy endebles.
En entrevista, Sansores Sanromán señaló que poco es lo que se ha definido en este nuevo ordenamiento y aseguró que las leyes secundarias vinieron para mantener el status quo “pero es un gatopardismo nada más”.
Aseveró que la Ley de Telecomunicaciones enfila “hacia el autoritarismo y a la dictadura cuando a los medios de comunicación se les podrá suspender la señal en condiciones cuando el gobierno crea que está en riesgo la seguridad nacional. Entonces, esto es muy subjetivo y hay un riesgo latente de que caigamos en la invasión a la privacidad y en que se limite el derecho a la libertad de expresión.
Dijo también que dicha ley deja a criterio de los medios de comunicación decidir si ofendieron o no con sus publicaciones, y no al de los ciudadanos porque “no hay autoridad” que regule, que dedica.
-El Ifetel queda marginado de estas decisiones como quedaron otras, totalmente desdibujadas, dándole a la Secretaría de Gobernación la fuerza para que ellos sean los que revisen el contenido y sean los que finalmente tomen las decisiones, como antes. No hay ningún avance, es una pantalla y es un engaño.
¿Qué pasa con la figura de daño moral?
-No queda claro y eso habrá que verlo, y es posible que así como está, si dicen que no hay. Todavía esto no se ha discutido a fondo y no se instalan las Comisiones, porque ha habido un forcejeo, se hicieron los foros muy dirigidos, trajo el señor Lozano a gente de Colombia, a todos sus cuates, gastando miles de pesos y no nos permitió, aunque presentamos una propuesta para que vinieran los del Ifetel a dar la cara, encabezamos un pliego petitorio con determinadas preguntas y las contestaron de manera muy suave, evadiendo una confrontación con el Gobierno. Cuál autonomía del organismo, si son nombrados por el mismo Gobierno a quien tienen que servir -acusó.
-Sí preocupa mucho, creo que es uno de los temas más sensibles, importantes y trascendentes que hay ahorita en debate porque va tener un impacto en la vida democrática del país.
¿La regulación de redes sociales, las faltas de respeto?
-De alguna manera está regulada y súper regulada, porque de repente desaparecen páginas completas como la de Yo soy 132, que solamente subían las fotos de lo que sucedía en las marchas y que sirvió para sacar de la cárcel a quienes no tenían nada que ver. Creo que es cuestión de educación, y que también hay una forma de eliminar y dar de baja a la gente que rompe las normas de la convivencia o que agreden o insultan –respondió.
-Son totalmente detectables, y los pueden sancionar y no tienen por qué hacer estas leyes secundarias que son verdaderamente agresivas contra la ciudadanía, contra la libertad de expresión y en contra de la vida democrática del país.
¿Si no quieren que los critiquen que hagan bien su trabajo?
-Creo, que en el fondo eso es lo que hay; de repente hacen señalamientos y lo sienten como agresiones personales, no exime de que hay quienes insultan, pero les duelen las críticas muy fuertes, porque las redes sociales se han vuelto un instrumento de la izquierda que lucha porque no hay medios de comunicación críticos donde cuando menos como editoriales.
¿Son una válvula de escape?
-No solo válvula de escape, sino un medio informativo de lo que está sucediendo al momento en la vida del país, y tiene un impacto que nunca esperaron y ahora lo que el Gobierno quiere es ver cómo los limita, sanciona y elimina, pero creo que eso no se va a poder –concluyó.