La exposición Leonora Carrington y sus “personajes fantásticos”, compuesta por 12 esculturas de bronce, cuyas dimensiones van desde uno a tres metros aproximadamente, está siendo instalada en el corredor cultural de la calle 59 y frente a la Catedral de esta ciudad, para ser inaugurada el próximo jueves 13 a las 20:30 horas.
Estos “personajes fantásticos”, de la pintora surrealista, escultura y escritora nacionalizada mexicana de origen inglés, llega a esta ciudad tras la exposición “Sueños moldeados”, de Juan Soriano, que formó parte del paisaje cultural desde mayo de 2013.
La inauguración se llevará a cabo frente a la Catedral con la presencia del hijo de la artista, Pablo Weisz Carrington, y del presidente de la “Fundición Artística Velasco S.A de C.V”, Alejandro Velasco Mancera, propietaria de la obra.
La muestra escultórica está conformada por las esculturas: “The palmist”, The ship of cramer”, “Cantante muda”, “Elefanta”, “Stallion”, “Dama con tocado”, “El sueño del fuego”, “La madre de los lobos”, “La sombra del ahuehuete”, “Nigromante”, “Paseo a caballo” y “Máscara de la diosa emplumada”.
Las esculturas podrán ser disfrutadas en la calle 59 desde las calles 8 a la 16 y en la 55 frente a la Catedral, entre 8 y 10, a partir del próximo jueves y hasta el mes de mayo.
Esta exposición se llevará a cabo mediante el programa de Artes Visuales, que realizan en conjunto la Secretaría de Cultura del Estado y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
Leonora Carrington nació en 1917 en Lancashire, Inglaterra; se inicia en el surrealismo de la mano de Max Ernst y desarrolla la mayor parte de su vida y obra en México.
En 1920, junto a sus hermanos, queda bajo los cuidados de una institutriz francesa, un instructor de religión y una nana inglesa, que la introduce en el mundo de las hadas y cuyos relatos tendrán una fuerte influencia sobre la artista.
En 1937 conoce a Max Ernst, con el que viaja a París y la introduce en el círculo de los surrealistas, estilo del que será una gran intérprete. Un año más tarde expone con los surrealistas en París y Ámsterdam.
Al comienzo de la II Guerra Mundial, en 1939, se traslada a España y Portugal, donde conoce al diplomático mexicano Renato Leduc, amigo de Pablo Picasso, con quien se casa en 1941 y viaja a Nueva York. En 1942 llegan a México y tras divorciarse, en 1943, conoce a Edward James, mecenas de los surrealistas y máximo coleccionista de su obra.
Durante los 43 años que permaneció en México formó parte del movimiento surrealista, compaginando la pintura (Pain Chant, 1947; Gato blanco, 1952; Kabala, 1960; Belfry, 1980) con las escenografías teatrales (Penélope, 1945-46).
En 1985 deja México, como consecuencia del terremoto que destruyó parte de la ciudad; se estableció en Nueva York y más tarde en Chicago, en 1988. Finalmente, regresa a México en 1991, donde pasó sus últimos años de vida.