La noche de este miércoles, el sufrimiento terminó para Édgar Tamayo Arias, el mexicano que fue sentenciado a muerte por el homicidio del policía Guy P. Gaddis el 31 de enero de 1994 en Houston.
Este sujeto ya había pasado 20 años en la cárcel, purgando una condena que acabó luego de que en el estado de Texas, se le aplicara una inyección letal, que apagó su vida.
Según señalan autoridades internacionales, con esta ejecución, Texas incurrió en un nuevo desacato a la justicia internacional y desatendió recomendaciones de organismos de derechos humanos, y de los gobiernos de México y Estados Unidos.
En un principio, la ejecución estuvo programada para las 18:00 hora local, sin embargo, fue hasta las 21:32 en que fue declarado muerto.
Y es que se retrasó por más de tres horas, al prolongarse la revisión por parte de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos de las últimas apelaciones que interpusieron sus abogados.