La Fiscalía General de Jalisco realizó hoy un “operativo de intervención” en el que desarmó y detuvo a 30 policías de dos municipios de la costa sur de ese estado, presuntamente coludidos con el crimen organizado.
El Comisionado de seguridad de Jalisco, Alejando Solorio, informó que 19 policías de Villa Purificación, entre ellos su director, así como 11 de Unión de Tula, incluidos todos los mandos, están en calidad de presentados ante el Ministerio Público.
Los agentes rinden su declaración “para verificar su situación y esclarecer si tienen relación directa o cuál fue su nivel de infiltración”, sugerida por “datos y testimonios” recabados por el sistema de inteligencia estatal, afirmó Solorio en conferencia de prensa.
En el operativo, en el que participaron 150 policías estatales, “no hubo resistencia” por parte de los sospechosos, a quienes les fueron incautadas 46 armas cortas, 36 largas y 9 vehículos, dijo.
Adelantó que la vigilancia de ambos municipios quedará a cargo de la Fuerza Única de Jalisco, Policía de élite del estado, con la colaboración de los dos alcaldes, y añadió que la sustitución “no altera la vida cotidiana de los habitantes”.
La Fiscalía informó que el desarme se llevó a cabo con base en la atribución que tiene “de otorgar y revocar licencias de portación y uso de armas de fuego”.
En la misma conferencia de prensa, el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, afirmó que el desarme se efectuó en el marco del “Operativo Jalisco” y contó con “todo el respaldo y la coordinación de las fuerzas federales”.
Aseguró que esta estrategia se enmarca en “los esfuerzos” que las fuerzas de seguridad estatales realizan “desde hace poco más de dos años” con el fin de erradicar la presencia del crimen organizado y combatir la infiltración de las instituciones.