Los precandidatos presidenciales republicanos Marco Rubio y John Kasich insinuaron este sábado que quizá no apoyen a Donald Trump si se convierte en el nominado presidencial del Partido Republicano, en momentos en que la violencia en los mítines de quien encabeza la contienda profundiza la caótica fisura de ese organismo político.
Las tensiones crecieron bastante en el más reciente acto de campaña de Trump, cuando agentes del Servicio Secreto formaron brevemente un anillo protector alrededor del precandidato presidencial, luego abandonaron el escenario y le permitieron continuar hablando en un hangar de un aeropuerto a las afueras de Dayton, Ohio.
Un desafiante Trump ha negado haber alentado la violencia en sus actos de campaña. Pero las escenas de su mitin cancelado en Chicago el viernes en la noche parecieron ser la gota que derramó el vaso para algunos adversarios que habían prometido, a pesar de profundas preocupaciones respecto a sus aptitudes, apoyar al empresario multimillonario si se convirtiera en el candidato nominado.
Rubio dijo que Trump está dividiendo “tan acremente tanto al partido como al país” que quizá él no podría apoyar al magnate si es el nominado presidencial del Partido Republicano.
Kasich, el gobernador de Ohio, dijo que “el ambiente tóxico” que Trump está creando “hace que sea muy difícil, extremadamente difícil” apoyarlo.