La cuarentena impuesta a Wuhan, donde apareció el nuevo coronavirus, está causando víctimas colaterales: las mascotas abandonadas por sus dueños en aquella metrópoli, propietarios que suplican ahora a quienes se han quedado para que se encarguen de ellas, ya que no pueden regresar.
Muchos partieron en masa durante las vacaciones del Año Nuevo Lunar, al igual que centenares de millones de otros chinos, casi al mismo tiempo en que estalló la epidemia de neumonía viral, lo que llevó a las autoridades a aislar a Wuhan del resto del país, lo que incluye a sus 11 millones de habitantes y al resto de la provincia de Hubei.
Por lo que un grupo creado por la Asociación de protección de pequeños animales en esta ciudad en la aplicación foro de discusiones QQ china, con el objetivo de movilizar a aquellas personas que quieran encargarse de alimentarlos y que cuenta con más de 2.000 miembros.
Este movimiento de ayuda recíproca nació después de que numerosas informaciones en los medios dieron cuenta sobre residencias de las cuales las mascotas fueron expulsadas con la intención de detener la propagación de la epidemia, en tanto que otros informes, no verificados, alertan sobre el sacrificio de algunas por las mismas razones.
Sin embargo, aunque que se cree que el coronavirus fue contagiado a humanos por animales salvajes vivos a la venta en un mercado de Wuhan, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió en su cuenta en Weibo que “no existen pruebas de que perros, gatos u otras mascotas puedan contraer el nuevo coronavirus”.