Una tía decidió darle un castigo ejemplar a su sobrino ya que junto a sus amiguitos se burlaron de una niña que recogía PET para ayudar a su familia.
Los hechos ocurrieron en San Luis Río Colorado, Sonora.
La tía puso a su sobrino a vender chicles y le puso un cartel que decía: “Vendo chicles porque humillé a una niña de bajos recursos” para que al final fuera a casa de la niña le pidiera disculpas y le entregara el dinero que recaudara de la venta de chicles.
La acción de la tía generó muchos comentarios en redes sociales: algunos estuvieron a favor y consideraron que el castigo fue ejemplar mientras que otros mencionaron que fue “excesivo el castigo”
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