En ciudades como Chicago, Nueva York, Texas, Los Ángeles y Berkeley enormes multitudes salieron a manifestarse en contra del triunfo del presidente electo Donald Trump, quien durante la elección de ayer se convirtió en el sucesor del presidente Barack Obama.
Con pancartas de “Trump no es mi presidente”, “No hagamos que EU odie de nuevo” y “Donald Trump racista” los manifestantes gritaron consignas contra el republicano que logró más de los 270 votos electorales necesarios para ser mandatario de Estados Unidos.
En Chicago, fuera del Hotel y Torre Trump varias personas más se manifestaron con pancartas y gritos. Algunos manifestantes molestos por la elección destrozaron ventanas y le prendieron fuego a botes de basura en el centro de Oakland, California, uniéndose a inconformes en otras partes del país que salieron a las calles en respuesta a los comicios.
En Oregon, decenas de personas bloquearon el tránsito en el centro de Portland y obligaron a que los trenes en dos vías férreas se demoraran. Reportes noticiosos indicaron que la multitud creció a unos 300 individuos, incluidos algunos que se sentaron a la mitad de la calle. El grupo de manifestantes quemó banderas estadunidenses y coreó: “¡Ese no es mi presidente!”
En Pennsylvania, cientos de estudiantes de la Universidad de Pittsburgh marcharon por las calles, y algunos entre la multitud exhortaron a la unidad. El Pitt News, el periódico estudiantil del campus, tuiteó acerca de un evento titulado “Reunión de emergencia: Unámonos para detener al presidente Trump”.
En Seattle, unos 100 manifestantes se reunieron en el vecindario del Capitolio, bloquearon caminos y le prendieron fuego a un depósito de basura.