No cabe duda que la ciencia y la medicina han logrado grandes avances en temas como la maternidad que hasta hace unas décadas se creía imposible, y hoy, ha dado muestra de ello con el nacimiento del primer bebé de una mujer con un trasplante de útero.
Este parto no solo demuestra que son posibles los trasplantes de útero de un donante vivo, sino que la probabilidades de concebir son innumerables aunque haya pasado la menopausia.
De acuerdo al comunicado de la Universidad de Gotemburgo, Suecia, los responsables de llevar a cabo la transferencia del embrión al útero trasplantado. el parto se dio por cesaría y tanto la madre, una sueca de 35 años como el bebé, se encuentran sanos y estables.
“Esto nos da evidencias científicas de que el concepto de trasplante de útero puede ser usado para tratar la infertilidad uterina, que hasta ahora había sido la última forma de infertilidad femenina intratable”, señaló en un comunicado Mats Brännström, jefe del proyecto investigador.
La identidad de la mamá primeriza y pionera de estos trasplantes, no ha sido revelada pero se sabe que nació sin útero por un trastorno congénito, pero quedó embarazada la pasada primavera gracias a la donación de una mujer de 61 años con la que no tenía parentesco.
La fecundación se realizó in vitro y, tras un exitoso trasplante de útero, se le transfirió un único embrión un año después. El embarazo se desarrolló sin grandes contratiempos y el bebé nació sano, con apenas 32 semanas de gestación y un peso de 1,8 kilos, de acuerdo con los parámetros normales.
“El bebé lloró enseguida y no requirió otro cuidado que la observación clínica normal en una unidad neonatal. La madre y el niño están bien y han vuelto a casa. Los nuevos padres están por supuesto muy felices y agradecidos”, señaló Brännström.