Con el propósito de conocer las acciones que se están realizando en materia de restauración del ecosistema de manglar en el Estado, el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Estado de Campeche (SEMARNATCAM), Roberto Iván Alcalá Ferráez, visitó el proyecto denominado “Restauración Ecológica en el Ecosistema de manglar en la zona aledaña al Centro de Comunicación y Cultura de la Conservación (CCCC) Isla Jaina, mediante el empleo de modelos de circulación hidrodinámica en el Municipio de Hecelchakán, Campeche, en 600 ha”, a cargo de la Universidad Autónoma de Campeche (UAC), a través del Instituto Epomex, con financiamiento de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Acompañado del Gerente Estatal de la Conafor, Joaquín Álvarez Arana; de la responsable del proyecto, la investigadora Claudia Agraz Hernández; y del director de la Reserva de la Biosfera Los Petenes, Cesar Romero Herrera, el funcionario estatal destacó que es necesario continuar estos trabajos de restauración, al ser los manglares un ecosistema tan frágil, pero que aportan importantes servicios ambientales, al ser zonas de mitigación de impactos de vientos fuertes y de fenómenos naturales, por lo que “representa una salvaguarda natural fundamental”.
Aseguró que los beneficios de desarrollar este tipo de proyectos de restauración son fundamentales, porque se logra no sólo tener manglar, sino que se recupera suelo, biodiversidad, material vegetativo, reproducción de especies, por ello, dando atención a la instrucción del gobernador del Estado, Alejandro Moreno Cárdenas, de colocar a Campeche como un Estado responsable y comprometido con la conservación de sus recursos naturales, se están revisando los proyectos a corto y largo plazo para garantizar que estos ecosistemas sigan preservándose en el Estado.
-La ventaja del área de Petenes es que, al no haber centro de población en la zona costera, ha permitido su conservación, sin embargo la actividad antropogénica, con la construcción de infraestructura de comunicaciones que se ha creado, sobre todo de carreteras y caminos, en comunidades mayas colindantes con la zona, de alguna manera ha tenido un impacto importante, porque cuando se construyeron las carreteras no se tomaron en cuenta las cuestiones de carácter ambiental -lamentó.
Por su parte, Agraz Hernández explicó que el proyecto consiste en restaurar mediante el manejo hidrológico, a través de la aplicación de modelos hidrodinámicos y el análisis químico del agua intersticial (calidad de agua), para garantizar la permanencia hidrológica y la recuperación de la cobertura vegetal (mediante la forestación de plántulas de A. germinans (M. Negro), en plataformas artificiales construidas con el material extraído de los canales y lagunas artificiales, así como la estimulación de la regeneración natural).
Para ello, se ha efectuado la rehabilitación hidrológica en el área a restaurar mediante la construcción de 8 canales principales, 69 secundarios y 17 lagunas artificiales. Además de construir y rellenar con el sedimento extraído durante la excavación de los canales y lagunas, 81 plataformas artificiales.
Asimismo, destacó que estos trabajos representan contribuciones a gran escala no sólo para el medio ambiente, sino para toda una comunidad, ya que una parte importante de los recursos aplicados se destina a crear jornales, beneficiándose habitantes de las comunidades de Dzotzil, Hecelchakán, Chuncaná y Pomuch, quienes a su vez se especializan en restauración de ecosistemas.
Precisó que inicialmente realizaron un diagnóstico para conocer la situación de los manglares a fin de establecer las técnicas de restauración adecuadas, detectándose nueve mil hectáreas de mangle muerto a causa de la fragmentación del ecosistema, principalmente por la construcción de vías de comunicación, por ello, iniciándose este proyecto con la restauración de 600 hectáreas; sin embargo, podrían alcanzarse las mil hectáreas, dado el resultado positivo que se ha registrado tanto en regeneración como sobrevivencia del manglar.
El proyecto, con un presupuesto de 32 millones de pesos otorgados por la Conafor, inició desde el 2013, estimándose que concluya en este 2016.
La responsable del proyecto expresó que “es mejor conservar que restaurar, la restauración es muy cara, puede ir desde mil 400 dólares la hectárea hasta 216 mil dólares o puede ser mucho mayor, dependiendo de las necesidades de cada sitio. El tiempo de restauración puede variar, dependiendo del grado de estrés que tenga el sitio, dependiendo del factor de impacto y podemos marcar en promedio una restauración exitosa hasta los 5 ó 10 años”.
Agraz Hernández dijo que existen proyectos de investigación y aplicación a gran escala, pero enfocados a la parte social, con validación científica y modelos hidrológicos son pocos, por lo que con estos trabajos que se desarrollan en Campeche “estamos encabezando a nivel nacional e internacional este tipo de estudio que tiene además, sustentabilidad”.